Clases de palabras versus categorías gramaticales

Nombres, verbos, adjetivos, preposiciones, pronombres, ... ¿por qué existen tales categorías? ¿son necesarias?

Veremos a continuación dos observaciones importantes:

  1. Las categorías que conoces son, seguramente, las de la gramática tradicional española pues es la que se sigue enseñando durante la formación preuniversitaria. El objetivo de esta enseñaza no es entender el lenguaje sino adquirir mayor competencia en una lengua concreta, la española. Es por ello que algunas de estas categorías son idiosincráticas de la lengua española o de las lenguas indoeuropeas: otras lenguas pueden tener diferentes categorías.
  2. No hay una relación evidente y sistemática entre tales categorías y las categorías ontológicas (entidad, propiedad y relación) o cognitivas (entidad y clase).

Universales lingüísticos

Para profundizar, se recomienda el estudio de tipología lingüística y es especialmente recomendable el análisis tipológico de numerosas lenguas del mundo que realiza el World Atlas of Language Structures (WALS).

No todas las lenguas distinguen las mismas categorías, por ejemplo algunas no diferencian entre verbos y adjetivos o entre verbos y adposiciones (las preposiciones son un tipo de adposición, la que precede al sintagma).

Número

Existen lenguas como las polinésicas cuyos verbos expresan número, lo cual permite indicar el número de veces que ocurre una acción. Tal rasgo se halla ausente en el verbo español por lo que es incorrecto hablar del número verbal: en español, este rasgo pertenece a la persona sujeto que acompaña al verbo y no a este. Para expresar algo equivalente en español es necesario utilizar, por ejemplo, el sintagma varias veces:

O bien nominalizar el predicado y quizá introducirlo mediante una construcción existencial (introducida por haber):

Evidencialidad

Hay lenguas que gramaticalizan la evidencialidad en la flexión oracional; sin embargo, el español y otras lenguas indoeuropeas la expresan mediante expresiones analíticas como:

Clases de palabras y categorías gramaticales

A partir de ahora, se van a diferenciar dos nociones: clases de palabras (o partes de la oración) y categorías gramaticales. Las clases de palabras son las, probablemente, más familiares y que se siguen usando en muchos corpus lingüísticos (véase, por ejemplo, las etiquetas eagles).

Las categorías gramaticales establecen como unidad lingüística al morfema, mientras que las clases de palabras, como su nombre indica, toman como unidad lingüística a la palabra. Así que entre estos enfoques parece haber una diferencia de granularidad. Sin embargo, el enfoque de las clases de palabras resulta insatisfactorio por dos motivos:

  1. La palabra es más una unidad intuitiva que una unidad rigurosa del estudio lingüístico pues se basa en convenciones ortográficas no coincidentes con las unidades acentuales (en árabe el artículo se prefija gráficamente pero en español no escribimos lascasas o hecomido a pesar de que son unidades acentuales) o inconsistentes (como ocurre en la presentación de los clíticos en el imperativo y los demás tiempos díselo y se lo dirás).
  2. No reconoce como categorías a ciertos morfemas dependientes como los flexivos ya que compartimentaliza el continuo morfosintáctico en dos análisis diferentes: un análisis morfológico y sintáctico.

Esto da lugar a ciertos errores, como considerar que haber, estar o ser son verbos (léase en detalle en la correspondiente sección).

Veamos la diferencia en el análisis entre ambos enfoques:

  clases de palabra categorías gramaticales
ingenieras nombre lexema nominal, género y número
hablaba verbo lexema verbal, voz, aspecto, tiempo, modo, concordancia de la persona sujeto

Categorías gramaticales

Cada categoría gramatical define dos o más valores posibles pero cada expresión escoge un único valor. Para ejemplificar la flexión nominal veamos la glosa y los valores de ingenieras:

ingenier-a-s
ingenier-f-pl
categoría gramatical valor abrv.
género femenino f
número plural pl

Como puede observarse el morfema de la categoría género con valor femenino y el de número plural se concatenan a-s: no presentan fusión formal.

La notación usada en la glosa sigue ciertas convenciones:

notación indica
- (guión medio) Concatenación de categorías sin fusión (ej: flexión nominal del español)
. (punto) Fusión de categorías (ej: flexión verbal del español)
otra columna o espacio Categorías en palabras distintas

Para hablaba:

habl-aba
habl-n-pass.ipfv.pst.ind.1sg
categoría gramatical valor abrv.
voz no pasiva (activa) n-pass
aspecto imperfecto ipfv
tiempo pasado pst
modo indicativo ind
concordancia de la persona sujeto 1era singular 1sg

Como puede observarse y a diferencia del anterior caso, las categorías de la flexión oracional asociadas al verbo se fusionan totalmente en un morfema de amalgama: esto quiere decir que no es posible separar formalmente, o al menos hacerlo de manera sistemática en todo el paradigma verbal, cada categoría en una concatenación de morfemas A-B-C-D. Dentro de estas categorías, son especialmente relevantes las categorías TAM (tense, aspect, mood; tiempo, aspecto y modo) cuya función es ubicar el evento en un mundo posible: su fusión en diferentes lenguas del mundo puede consultarse en WALS

Desde este enfoque podemos considerar los siguientes tipos de categorías gramaticales:

Clases de palabras Categorías gramaticales
Determinante Determinante
Pronombre
Conjunción Conjunción
Adjetivo
Adverbio
Preposición
*índice funcional
Sustantivo o nombre
género 30A
número 34A 33A
caso 49A
Verbo*
valencia y voz
aspecto 65A
tiempo
modo
evidencialidad 78A
animacidad
intencionalidad
Interjección Interjección

Correspondencias entre nociones

Clases de palabras y nociones ontológicas

Las nociones extralingüísticas u ontológicas del mundo son la de objeto, propiedad y relación (o acción). La gramática tradicional, por influjo de la filosofía de Aristóteles, asoció verbos a eventos, nombres a objetos y adjetivos a propiedades (Pustejovsky y Batiukova, 2019). No obstante, las infracciones a estas correspondencias abundan, por ejemplo, en nombres deverbales como ruptura o aprendizaje o nombres deadjetivales como belleza. También son infractores los morfemas como ser si los consideramos verbos, ya que carecen de significado.

No hay pues correspondencia sistemática entre las nociones ontológicas y las sintácticas: la categorización en partes de la oración o clases de palabras se fundamenta en las restricciones distribucionales de unos morfemas con otros:

The criteria we use for determining part of speech then aren’t based on the meanings of the word, but on its distribution. We will use two kinds of distributional tests for determining part of speech: morphological distribution and syntactic distribution. (Carnie, 2011, pág 47).

De hecho, cada lengua puede asignar diferentes propiedades distribucionales a un mismo lexema:

[…] no hay razones intrínsecas o de sustancia que justifiquen la adscripción de un determinado contenido semántico a una determinada categoría, y no a otra. De hecho, la comparación interlingüística pone de manifiesto que cada lengua hace sus propias elecciones acerca de lo que conceptualiza como un verbo, un adjetivo o un nombre. (Escandell Vidal, 2004, p. 134)

Clases de palabras y nociones cognitivas y lógicas

Las nociones cognitivas de clase y entidad sí pueden hacerse corresponder, respectivamente, con las nociones lógicas de predicado y argumento. Sin embargo, de nuevo, estas no presentan una correspondencia obvia, biyectiva (de 1 a 1) con las clases de palabras.

Las clases o predicados están representados en el lenguaje por categorías léxicas como nombres comunes, verbos, preposiciones, adjetivos y adverbios. No obstante, se exceptúan las preposiciones que son índices funcionales:

Sin embargo, la siguiente proposición sí posee contenido léxico (sobre es el núcleo semántico de la oración, mientras que estar es el núcleo funcional):

La lengua requiere además de otras funciones aparte de las mencionadas: operadores lógicos, interjecciones, retroalimentadores, marcadores discursivos, ...

Los operadores lógicos expresan la restricción combinatoria en la que pueden ocurrir dos o más entidades. No obstante, también son una oportunidad para la economía lingüística cuando varios sintagmas tienen un núcleo común, similar al factor común de la siguiente expresión matemática:

10/5 + 10/7 = 10/(5 + 7)

Compré una maceta y compré un guante = Compré (una maceta y un guante)